sábado, 1 de octubre de 2011
El libro y la rueda
“El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez que se han inventado, no se puede hacer nada mejor. No se puede hacer una cuchara que sea mejor que la cuchara”, dice Umberto Eco en el diálogo con Jean-Claude Carrière coordinado y transcrito por Jean-Philippe de Tonnac que, en traducción de Helena Lozano Miralles, publica Lumen con el rotundo título de Nadie acabará con los libros.
A medias genial y a medias imbécil, continúa Eco, el ser humano es una criatura verdaderamente extraordinaria. Ha descubierto el fuego, edificado ciudades, escrito magníficos poemas, dado interpretaciones del mundo, inventado mitologías. Pero al mismo tiempo no ha dejado de hacer la guerra a sus semejantes, tampoco de engañarse y destruir el ambiente que lo rodea.
Esta criatura extraña que ha inventado los libros en sus diversas manifestaciones también los ha aniquilado. Al incendio de la Biblioteca de Alejandría hay que sumar catástrofes de las que se habla menos. Los cruzados arrasaron con las expresiones de la cultura árabe en su máximo esplendor, los conquistadores intentaron reducir a la nada la cultura indígena que en México se salvó gracias a fray Bernardino de Sahagún.
La historia cultural mexicana está hecha de paradojas. Así como los jesuitas execrados en la Europa del Siglo de las Luces fueron la cumbre de la Ilustración novohispana y ayudaron a preparar la Independencia, los dulces franciscanos resultaron los más encarnizados destructores del legado maya y náhuatl. En cambio los dominicos, los autodenominados “perros de Dios”, custodios de la Inquisición, se erigieron aquí en los grandes defensores de los indios y sus expresiones artísticas e intelectuales. Dominicos fueron fray Bartolomé de las Casas y el propio Sahagún.
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jueves, 29 de septiembre de 2011
Biografía: Miguel de Cervantes Saavedra
Dramaturgo, poeta y
novelista español, autor de la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la
Mancha, considerada como la primera novela moderna de la literatura
universal.
Miguel de Cervantes Saavedra tuvo una vida azarosa
de la que poco se sabe con seguridad. Nació en Alcalá de Henares (Madrid), probablemente
el 29 de septiembre de 1547. Pasó su adolescencia en varias ciudades españolas
(Madrid, Sevilla) y con poco más de veinte años se fue a Roma al servicio del
cardenal Acquaviva.
Recorrió Italia, se enroló en la Armada española y
en 1571 participó con heroísmo en la batalla de Lepanto, donde comienza el
declive del poderío turco en el Mediterráneo. Allí Cervantes resultó herido y
perdió el movimiento del brazo izquierdo, por lo que fue llamado el Manco de
Lepanto. En 1575, cuando regresaba a España, los corsarios le apresaron y
llevaron a Argel, donde sufrió cinco años de cautiverio (1575-1580). Liberado
por los frailes trinitarios, a su regreso a Madrid encontró a su familia en la
ruina. Se casa en Esquivias (Toledo) con Catalina de Salazar y Palacios.
Arruinada también su carrera militar, intenta
sobresalir en las letras. Publica La Galatea (1585) y lucha, sin éxito,
por destacar en el teatro. Sin medios para vivir, marcha a Sevilla como
comisario de abastos para la Armada Invencible y recaudador de impuestos. Allí
acaba en la cárcel por irregularidades en sus cuentas. Después se traslada a
Valladolid. En 1605 publica la primera parte del Quijote. El éxito dura
poco.
De nuevo es encarcelado a causa de la muerte de un hombre delante de su casa. En 1606 regresa con la Corte a Madrid. Vive con apuros económicos y se entrega a la creación literaria. En sus últimos años publica las Novelas ejemplares (1613), el Viaje del Parnaso (1614), Ocho comedias y ocho entremeses (1615) y la segunda parte del Quijote (1615). El triunfo literario no lo libró de sus penurias económicas. Dedicó sus últimos meses de vida a Los trabajos de Persiles y Segismunda (de publicación póstuma, en 1617). Murió en Madrid el 22 de abril de 1616 y fue enterrado al día siguiente.
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Miguel de Cervantes Saavedra
Definición: Literatura
Se considera una muestra literaria cualquier texto verbal que, dentro de
los límites de una cultura dada, sea capaz de cumplir una función estética. El
texto literario se relaciona con una semiótica literaria que forma parte de la
semiótica de la cultura pues no puede separarse de su contexto cultural
Definición: Literariedad
Carácter específico de la obra literaria; aquello que hace que una obra
dada sea una obra literaria y no una obra de otra clase. La liteariedad se
presenta en las obras literarias de todas las épocas; es decir, es intemporal,
y depende de una serie de regularidades tanto internas como externas que hacen
que un texto funcione como hecho literario.
La obra literaria es un sistema estructurado y jerarquizado de
procedimientos artísticos.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Los Verdaderos Poetas de la Generación
Si crees que Ezra Pound tenía una profunda conexión con los clásicos y
con la sociedad de sus tiempos, ¡no conoces a los poetas de hoy en día!
Lo escuchaste bien: ¿creíste que posmodernistas como Fabián Casas o Gonzalo Rojas o Tao Lin eran la voz de nuestra generación? No, no, hay que revisar los hechos.
En el siglo VIII antes de la era común, Homero se encontraba en su casa escribiendo una de las epopeyas más grandes de la literatura grecolatina, La Iliada. 12.102 versos en hexámetros dactílicos narrando las aventuras –y los obstáculos- enfrentados por Odiseo en su regreso a casa, inoportunos frente a los cuales nuestro héroe debió usar todo su talento y su astucia para poder sobrevivir. Una obra sorprendente viniendo de un griego que estaba ciego.
Ahora: en la Iliada se narra como Odiseo ‘luchaba’ contra sus enemigos, se las ingeniaba para salir de peligrosas situaciones y tenían una o dos aventuras con alguna hechicera, lejos de su hogar. Una de las cumbres de la literatura universal.
Transportémonos al presente. ¿Quién cuenta hazañas de ‘héroes’, mostrando características tales como la humildad y el ingenio, combatiendo enemigos (a veces llamados ‘contras’), aventurándose por distintos lugares, dejándonos –porqué no- una moraleja de vez en cuando? Ah, y no olvidemos la estricta métrica octasilábica y los esquemas de rimas asonantes. Aquí una respuesta:
En Guatemala, señores,
cobraron la recompensa
allá agarraron al Chapo,
las leyes guatemaltecas:
un traficante famoso
que todo el mundo comenta.
De la noche a la mañana,
el Chapo se hizo famoso,
encabezaba una banda
de gatilleros mafiosos
con un apoyo muy grande
del Güero Palma, su socio.
El Chapo tenía colectas
con los narcos colombianos
y traficaba la droga
de Sudamérica en grano
al norte del continente,
donde tenían en el mercado.
Enormes importaciones
detectaron de heroína
que venían desde Tailandia,
lista pa’ distribuirla
a los países de Europa
y de América Latina.
“No soy ningún traficante”
decía el Chapo Guzmán,
“menos jefe de una banda
ni armas me gusta portar.
Yo soy un agricultor,
siembro maíz en Culiacán.
“No conozco a Miguel Felix,
nomás a los Arellano,
pero eso no es un motivo
pa’ que me hayan arrestado.
Mis aviones y mis ranchos
con maíz los he comprado.”
El Chapo con su poder
a grandes jefes compró.
Por eso en todo el país
la ley nunca lo encontró.
Su gente sigue operando,
así lo ordena el señor.
Ahora ya saben, la próxima vez que vayan a Sanborns, siéntanse extrañados y ligeramente insultados cuando no vean a Los Tucanes de Tijuana, ni a Larry Hernández, ni a Erik Estrada y Sus Malportados en los bestsellers del mes.
Lo escuchaste bien: ¿creíste que posmodernistas como Fabián Casas o Gonzalo Rojas o Tao Lin eran la voz de nuestra generación? No, no, hay que revisar los hechos.
En el siglo VIII antes de la era común, Homero se encontraba en su casa escribiendo una de las epopeyas más grandes de la literatura grecolatina, La Iliada. 12.102 versos en hexámetros dactílicos narrando las aventuras –y los obstáculos- enfrentados por Odiseo en su regreso a casa, inoportunos frente a los cuales nuestro héroe debió usar todo su talento y su astucia para poder sobrevivir. Una obra sorprendente viniendo de un griego que estaba ciego.
Ahora: en la Iliada se narra como Odiseo ‘luchaba’ contra sus enemigos, se las ingeniaba para salir de peligrosas situaciones y tenían una o dos aventuras con alguna hechicera, lejos de su hogar. Una de las cumbres de la literatura universal.
Transportémonos al presente. ¿Quién cuenta hazañas de ‘héroes’, mostrando características tales como la humildad y el ingenio, combatiendo enemigos (a veces llamados ‘contras’), aventurándose por distintos lugares, dejándonos –porqué no- una moraleja de vez en cuando? Ah, y no olvidemos la estricta métrica octasilábica y los esquemas de rimas asonantes. Aquí una respuesta:
En Guatemala, señores,
cobraron la recompensa
allá agarraron al Chapo,
las leyes guatemaltecas:
un traficante famoso
que todo el mundo comenta.
De la noche a la mañana,
el Chapo se hizo famoso,
encabezaba una banda
de gatilleros mafiosos
con un apoyo muy grande
del Güero Palma, su socio.
El Chapo tenía colectas
con los narcos colombianos
y traficaba la droga
de Sudamérica en grano
al norte del continente,
donde tenían en el mercado.
Enormes importaciones
detectaron de heroína
que venían desde Tailandia,
lista pa’ distribuirla
a los países de Europa
y de América Latina.
“No soy ningún traficante”
decía el Chapo Guzmán,
“menos jefe de una banda
ni armas me gusta portar.
Yo soy un agricultor,
siembro maíz en Culiacán.
“No conozco a Miguel Felix,
nomás a los Arellano,
pero eso no es un motivo
pa’ que me hayan arrestado.
Mis aviones y mis ranchos
con maíz los he comprado.”
El Chapo con su poder
a grandes jefes compró.
Por eso en todo el país
la ley nunca lo encontró.
Su gente sigue operando,
así lo ordena el señor.
Ahora ya saben, la próxima vez que vayan a Sanborns, siéntanse extrañados y ligeramente insultados cuando no vean a Los Tucanes de Tijuana, ni a Larry Hernández, ni a Erik Estrada y Sus Malportados en los bestsellers del mes.
Fuente: http://hazmeelchingadofavor.com
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