Lo escuchaste bien: ¿creíste que posmodernistas como Fabián Casas o Gonzalo Rojas o Tao Lin eran la voz de nuestra generación? No, no, hay que revisar los hechos.
En el siglo VIII antes de la era común, Homero se encontraba en su casa escribiendo una de las epopeyas más grandes de la literatura grecolatina, La Iliada. 12.102 versos en hexámetros dactílicos narrando las aventuras –y los obstáculos- enfrentados por Odiseo en su regreso a casa, inoportunos frente a los cuales nuestro héroe debió usar todo su talento y su astucia para poder sobrevivir. Una obra sorprendente viniendo de un griego que estaba ciego.
Ahora: en la Iliada se narra como Odiseo ‘luchaba’ contra sus enemigos, se las ingeniaba para salir de peligrosas situaciones y tenían una o dos aventuras con alguna hechicera, lejos de su hogar. Una de las cumbres de la literatura universal.
Transportémonos al presente. ¿Quién cuenta hazañas de ‘héroes’, mostrando características tales como la humildad y el ingenio, combatiendo enemigos (a veces llamados ‘contras’), aventurándose por distintos lugares, dejándonos –porqué no- una moraleja de vez en cuando? Ah, y no olvidemos la estricta métrica octasilábica y los esquemas de rimas asonantes. Aquí una respuesta:
En Guatemala, señores,
cobraron la recompensa
allá agarraron al Chapo,
las leyes guatemaltecas:
un traficante famoso
que todo el mundo comenta.
De la noche a la mañana,
el Chapo se hizo famoso,
encabezaba una banda
de gatilleros mafiosos
con un apoyo muy grande
del Güero Palma, su socio.
El Chapo tenía colectas
con los narcos colombianos
y traficaba la droga
de Sudamérica en grano
al norte del continente,
donde tenían en el mercado.
Enormes importaciones
detectaron de heroína
que venían desde Tailandia,
lista pa’ distribuirla
a los países de Europa
y de América Latina.
“No soy ningún traficante”
decía el Chapo Guzmán,
“menos jefe de una banda
ni armas me gusta portar.
Yo soy un agricultor,
siembro maíz en Culiacán.
“No conozco a Miguel Felix,
nomás a los Arellano,
pero eso no es un motivo
pa’ que me hayan arrestado.
Mis aviones y mis ranchos
con maíz los he comprado.”
El Chapo con su poder
a grandes jefes compró.
Por eso en todo el país
la ley nunca lo encontró.
Su gente sigue operando,
así lo ordena el señor.
Ahora ya saben, la próxima vez que vayan a Sanborns, siéntanse extrañados y ligeramente insultados cuando no vean a Los Tucanes de Tijuana, ni a Larry Hernández, ni a Erik Estrada y Sus Malportados en los bestsellers del mes.
Fuente: http://hazmeelchingadofavor.com
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